Seguro que todo el que tiene una mesa de Ping Pong en casa alguna vez ha ido a jugar y se ha encontrado alguna pelota de ping pong abollada. A continuación te explicamos algunas formas de repararlas con utensilios que podemos tener fácilmente en casa.
Consejos para arreglar una pelota de ping pon abollada
Con agua caliente:
- Hierve agua en una olla y retírala a un recipiente hondo.
- Coloca la pelota abollada sobre la superficie del agua y déjala el tiempo necesario hasta que vuelva a coger su forma original esférica.
- Sácala con una cuchara y envuélvela en un pañuelo dando pequeños golpes a todos los lados de la pelota hasta formar un saco.
- Cuelga el saco y deja que la pelota se enfríe antes de volver a usarla.
Con un encendedor:
- Sujeta la pelota abollada con unas pinzas resistentes al calor.
- Con cuidado pasa el encendedor por debajo de la pelota realizando movimientos circulares manteniendo cierta distancia para que no se queme pero que sí que le aplique calor y la pelota vuelva a su estado normal.
- Sostén la pelota sin apoyarla hasta que se enfríe.
En la secadora:
- Mete la pelota en una secadora de ropa unos 30 segundos (dependiendo de la calidad de la pelota puede necesitar hasta 5 minutos).
- Deja que la pelota se enfríe para que se endurezca.
Con un secador de pelo:
- Sujeta la pelota con unas pinzas resistentes al calor.
- Enciende el secador al máximo y apunta a la pelota en vertical desde abajo dejando unos segundos de recuperación cada cierto tiempo hasta que vuelva a su forma original.
- Déjala enfriar antes de volver a utilizarla.
Estos son algunos de los métodos más sencillos y rápidos para recuperar una pelota abollada y todos ellos tienen la misma explicación. La cuestión es calentar el aire atrapado en el interior de la pelota para que se produzca un aumento de temperatura y con ello un aumento de presión interna. Esta presión interna es la que hace que poco a poco la pelota recupere su forma original.
Sí que debemos tener en cuenta que no podemos arreglar una pelota que tiene grietas y que una pelota que se repara varias veces poco a poco va perdiendo durabilidad hasta que llegará un momento en que se romperá. Después de someter la pelota a estos métodos puede aumentar un poco su tamaño e incluso puede disminuir la potencia de rebote y alterar el juego, ya que es muy difícil que llegue a quedar completamente perfecta como una pelota de Ping Pong recién comprada.
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